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¿En Qué Momento Se Volvió Tan Complicado?

  • Juan Pablo Ramirez
  • 8 abr 2017
  • 2 Min. de lectura

Nota: Este es un texto enviado por uno de los lectores de este blog, le agradezco que me haya tenido la confianza para compartir sus pensamientos y que lo publique para que todos puedan leerlo. Toda la propiedad del texto es de Juan Pablo Ramirez.

Antes todo era más sencillo; si dos personas se sentían atraídas, intentaban estar juntos. Los problemas se solucionaban y no se dejaban pasar esperando que el mismo “Tiempo” resolviera todo por arte de magia; era más simple en esos días, donde las únicas respuestas posibles eran “Si” o “No”. Ahora, todas las personas tienen miedo de intentar algo; miedo al rechazo, al fracaso o a ser ilusionados una y otra vez; creemos que con ser fríos y no expresar nuestros sentimientos, podremos evitar el salir lastimados.



Por eso esperamos con los brazos cruzados a que el “amor” llegue solo, y de esta manera no arriesgamos nada. ¿Pero qué tiene de interesante el no tener recuerdo de todos tus intentos y fracasos? Después de todo, el amor te hace cometer estupideces; pero lo bonito del mismo, es que cuando sientes que es verdadero, nunca te hace arrepentirte de ellas.


Y es aquí en donde me pregunto a mí mismo; si las cosas son tan sencillas, ¿Por qué tenemos que complicarlas tanto? Y entonces, ¿Qué es lo que en verdad buscan las personas en una relación? En mi caso, me dije; las mujeres si quieren a un hombre que esté dispuesto a darlo todo por ellas, si quieren estar con alguien que nunca las lastime, si quieren encontrar a esa persona que las estuvo esperando toda su vida y si quieren tener ese amor verdadero con el cual crecieron viendo en las películas... Pero, a fin de cuentas, todo se queda en eso, siendo un cuento; porque es tanto el miedo que tienen de volver a ser lastimadas, que no creen que los cuentos puedan hacerse realidad y prefieren no arriesgar a entregarle sus sentimientos a alguien más; puesto que es más seguro librarse de una historia que no pudo salir como esperaban y así evitarse toda posible herida que una relación pueda dejar.


Es cierto, todos pasamos un momento en el cual dudamos de nosotros mismos, donde no tenemos seguridad sobre lo que en verdad queremos; donde el mismo miedo nos impide avanzar más. Pero esto no tiene que detenernos por completo, y mucho menos creer que no podremos lograrlo. Cree en ti mismo, que después de todo eres la única persona con la que pasaras cada minuto de tu vida. Y, por último, no olvides que la vida es solo un viaje de ida; así que no tengas miedo de arriesgarte en el camino. Enamórate, no importa si nunca eres correspondido; Inténtalo, no importa si siempre fracasas; por qué una vez en el suelo podrás darte cuenta de que no pasa nada, que las heridas con el tiempo curan y que siempre podrás volver a levantarte. Pero recuerda que la felicidad que sentiste en algún momento intentándolo, nunca más la podrás volver a sentir... Y es por eso que vale la pena enamorarse, por esos pequeños momentos que cambian nuestra vida, y que nos hacen creer que todo es posible

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