Sobreviviendo A Las Relaciones Modernas
- The Gentlemen
- 18 ago 2016
- 6 Min. de lectura
Estoy cansado, para ser franco, estoy exhausto de que mis amigos se acerquen a mí con su ultimo desastre amoroso, estoy exhausto de tomar el teléfono y marcarles a mis amigos para contarles de mi desastre amoroso. Estoy tan harto de que el noviazgo o salir con alguien haya sido reducido a un juego para ver a quién le importa menos, que se haya convertido en un deporte para destruir corazones y aplastar nuestra dignidad.

Sabes, el amor solía ser muy sencillo cuando estábamos en primaria, esos tiempos vaya que eran mucho mejores y más sencillos que lo que ahora estamos viviendo. En esas épocas era muy sencillo solo sacar el lápiz, una hoja y escribir “¿Quieres ser mi novia? Si o No” pasar esta nota a uno de tus compañeros para que se la diera a la niña que te gustaba. Esto era todo lo que tenías que hacer, era totalmente inocente, pero al mismo tiempo totalmente valiente.
Acaso ¿Teníamos más huevos cuando éramos niños? ¿Alguien se atrevería a enviar este mensaje ahora? En verdad dudo mucho que alguien esté dispuesto a poner su ego, orgullo y vanidad en juego en estos tiempos. Todo era tan inocente y directo; ya sea que la niña ponía un circulo en el SI o en el NO, el punto era simplemente preguntar, comunicarnos, ser cálidos y honestos.
Ahora somos adultos y tenemos muchas cosas en juego (si claro) pero déjame decirte algo, allá afuera es una maldita guerra, pregúntale a cualquier persona que opina del amor y solo van a contar malas experiencias. Con todo lo que nos gusta sobre analizar las cosas, nos cuesta enviar un solo mensaje que deje ver algo más que sentimientos, damos like para tratar de llamar la atención de alguien, no nos atrevemos a acercarnos a las personas, preferimos la comodidad de un mensaje y estamos haciendo muchas otras cosas que no tienen sentido. ¿Cómo es posible que tratemos de ligar con una desconocida por inbox con mensajes estúpidos? El problema es que las mujeres están respondiendo a ellos y también llevan la culpa por aceptar estas actitudes.
Después de ver todo el panorama y darnos cuenta de lo mal que estamos, es momento de cambiar las métricas con las que medimos el amor y todas deberían de basarse solo en una métrica “LAS ACCIONES DE LAS PERSONAS” porque cuando alguien nos gusta en verdad, encontramos tiempo para estar con esa persona, no ponemos excusas, revelas tus prioridades. No importa cuántos “Snaps” lindos te mande él o ella, no importa cuántas fotos le des “like”. Son sus acciones las que van a revelar como se sienten el uno por el otro.
Hemos trabajado demasiado para ignorar la simple verdad. Preferimos darle vuelta a las relaciones, hacerlas lo más complicadas posibles, inventar todas las excusas que se puedan “Pero es que a veces si me responde” “Es que no es un pendejo todo el tiempo” “Es que me ha cancelado 3 veces pero ya la que sigue si” “Le dio like a una foto mía de hace 1 año” Seamos sinceros con nosotros mismos, necesitamos a alguien que quiera estar con nosotros. Snapchat no va a estar ahí cuando tú te sientas miserable y necesites alguien para que te levante el ánimo. Un Like en Instagram no puede reemplazar ese momento mágico en que sientes que alguien te está comprendiendo. Un comentario en Facebook no te va a acompañar a la comida familiar. Eventualmente, todos vamos a querer tener algo real.
Si no empezamos a valorarnos y valorar nuestro tiempo ¿Quién nos va a valorar? Si seguimos tolerando personas indecisas en nuestras vidas, personas que están llenas de excusas para no salir a tomar un café, personas que quieren tener una relación virtual pero no dedicarle el tiempo a tener una relación real. ¿Qué podemos esperar de esto? El amor verdadero no creo que sea la opción.
Es muy irónico y sarcástico de nuestras partes que estemos exigiendo amor. Estamos exigiendo gente que este comprometida y que esté dispuesta a entregar amor incondicional, además que nos acepte como somos. Pero en verdad salimos como salvajes insensatos a buscar el amor, ni los animales se hacen tanto daño cuando buscan pareja. Lo sé porque yo lo he hecho, todos lo hemos hecho en algún momento, todos hemos tratado a alguien como basura y nos han tratado en algún momento como basura. Decimos que queremos amor, pero lo que en verdad todos están buscando es algo de emoción. Queremos estar divertidos, queremos perseguir y que nos persigan. Queremos tener la sensación de que alguien nos desea. Queremos mensajes vacíos de “buenos días” y “buenas noches” solo para sentir que alguien nos quiere. Y eso es exactamente lo que estamos obteniendo con todo esto. Conocer a alguien íntimamente ya no es prioridad.
Estamos muy ocupados ya sea haciendo promoción de nuestra persona y al mismo tiempo protegiendo nuestro ego de ser lastimado. Como resultado tenemos gente que anda de flor en flor solo para alimentar su ego, jugando a coleccionar trofeos y por el otro lado tenemos gente buscando el ángulo perfecto para la foto perfecta y tratar de ganar más likes y comentarios que su última foto de igual manera para alimentar su ego y sentirse atractivos. Pero es momento de admitirlo, somos una bola de cobardes cuando hablamos de tener citas. Nadie quiere ser avergonzado, seamos honestos, es mucho más fácil desaparecer de la vida de alguien que atrevernos a decir la verdad de lo que sentimos en ese momento. Tenemos que darnos cuenta que es mucho más sencillo para nosotros simplemente enviar mensajes lindos cuando nos sentimos solos, pero tenemos que madurar y darnos cuenta de que es suficiente de esta basura, no podemos andar por el mundo perdiendo nuestro tiempo y hacer a los demás perder su tiempo.
Es mucho más sencillo para nosotros mantener algunas relaciones por encimita, solo para tener el “ego boost” que necesitamos de vez en cuando, al final de cuentas, ¿Quién no disfruta sentirse atractivo y deseado? Es mucho más fácil engañarnos a nosotros mismos pensando que tenemos relaciones a través de una pantalla. Lo que no nos damos cuenta es que detrás de esas pantallas existen personas que tienen sueños, sentimientos, anhelos y heridas, personas iguales a ti y a mí. Es lo más fácil del mundo jugar a hacernos pendejos y tratar a las otras personas como si no tuvieran sentimientos, tratarlos como si fueran desechables. En veces puede que disfrutemos hacer esto por el hecho de sentir que podemos conquistar a quien sea.
Hasta que llega un día en que deja de ser divertido, llega el día en que nos damos cuenta que no es sencillo, más bien todo lo contrario, se vuelve en algo toxico, corrosivo e hiriente para nosotros y nos está alejando de lo que en verdad queremos.
Todos nos debemos de preguntar ¿Cuánto dolor he hecho a mi alrededor por andar jugando con los sentimientos de los demás? ¿Cuánto me he lastimado a mí mismo, por andar jugando con personas que tenían ilusiones en mí? Y más que todo el sufrimiento que hemos tenido, ¿Cuánto de este dolor ha valido la pena? ¿Cuánto de este dolor me dio la satisfacción que esperaba? ¿Cuántas veces el juego se ha dado la vuelta y acabamos más lastimados nosotros?
Muchos pueden decir “Pero, ¿Quién en el mundo no juega?” Te voy a decir quien no hace esto, PERSONAS MADURAS, una persona que tiene valores y estándares bien establecidos. Ya vamos a ponernos las pilas y valorarnos a nosotros mismos. Tenemos que tener nuestros valores y creencias bien establecidos para poder definir nuestros límites y cuanto estamos dispuestos a tolerar.
La única manera en que las citas se vuelven más sencillas es cuando somos sinceros con nosotros mismos y con los otros. Tenemos que ser reales con quienes somos, que valoramos, que esperamos, que deseamos, que buscamos y empezar a tener un plan para llegar a eso. Tenemos que aprender a respetarnos y a respetar a los demás. Así podemos enamorarnos de algo real, tenemos que mostrarnos como realmente somos, tenemos que ser honestos con nosotros, necesitamos demostrar que podemos ser maduros en el amor, ya vamos a dejarnos de juegos estúpidos en los que todos salimos lastimados. El juego del amor nadie lo va a ganar nunca, si seguimos pensando que es un juego, nunca vamos a poder escapar de esta guerra.
Sé que mi generación aún tiene una buena oportunidad de encontrar el amor, estoy seguro que no todo está perdido. Las acciones hablan más que las palabras, pero ¿Estamos dispuestos a escuchar?
Comments