top of page

No Eres Tú, Es Tu Adicción Al Celular...

  • Foto del escritor: The Gentlemen
    The Gentlemen
  • 15 ago 2016
  • 10 Min. de lectura

Primero que nada, entiendo que el “texting” existe y es básicamente como se me va un día completo, creo que a todos nos pasa lo mismo y al menos, yo en verdad no me siento orgulloso de esto ni un poco. El hecho es que, aunque quiera dejar de mensajear todo el día, es algo que probablemente no vaya a pasar en el corto plazo, porque esencialmente todo mundo lo está haciendo y eso sería limitar mis oportunidades. El problema está en que todos somos mejores detrás de una pantalla que en persona a la hora de hablar. Muy a menudo pasa que estás hablando con alguien por WhatsApp, Messenger o inserta aquí la red social que prefieras, parece ser una persona totalmente extrovertida, tienen platica, las cosas fluyen y cuando están en persona te enfrentas a todo lo contrario, estas con alguien que no habla, que no tiene tema de conversación y solo te queda preguntarte “¿Cómo es posible que pueda hablar todo el día con esta persona por mensaje y en persona no tenemos ni de que hablar?”




No estoy diciendo que todo este mal, pero, cuando uno está mensajeando todo el día digamos que agarra practica para ser un poco más inteligente con lo que escribimos, además siempre existe la opción de borrar lo que estamos escribiendo para poner una mejor respuesta. En veces dices cosas por mensaje que nunca dirías en realidad, pero lo haces porque estas detrás de una pantalla, donde al parecer no existen repercusiones. Mandar mensajes es sencillo, es seguro, es rápido, mensajear es para según nosotros estar más cerca de esa persona, cuando en verdad la usamos para cubrir nuestros ratos de aburrimiento.


Nosotros no hemos sido capaces de salir de las mismas preguntas de siempre, es el mismo repertorio una y otra vez, forzando conversaciones. ¿Qué tal va tu día? ¿Cómo estás? ¿Qué andas haciendo? ¿Qué has hecho? ¿Qué vas a hacer hoy? ¿Qué vas a comer? Me parece increíble pensar en que en esto nos hemos convertido ¿En verdad nos hemos hecho tan aburridos? Enserio lo único peor que se me ocurre que estas preguntas es leer un “¿Y tú?” a esta misma pregunta. No entiendo ¿En dónde dejamos el romance? ¿Dónde quedan esas platicas eternas recargados en el carro afuera de casa de alguien?


Todos nos ponemos nerviosos cuando estamos coqueteando o tratando de seducir a alguien, así que mensajear nos ayuda a poder encontrar las palabras correctas, a replantear nuestra oración, pensar de nuevo lo que acabas de leer y pensar en una respuesta inteligente, quizás hasta buscar en Google ¿Qué hacer?, mandar “screenshot” a algún amigo o amiga para que nos digan que piensan y tener una mejor idea de que contestar. Además, entiendo que todos estamos ocupados todo el día y nunca tenemos tiempo para una llamada de más de 5 minutos. Mensajear es muy conveniente si lo queremos ver así, pero, nos está haciendo perder algunas de esas mariposas que sentíamos antes. Puedo parecer “hecho a la antigua” pero yo no quiero ser de ese tipo de hombres que esta mensajeándose simultáneamente con 10 mujeres solo para ver “quien cae primero”.


Nos gusta leer entre líneas, imaginar que quiso decir esa persona con lo que escribió, hemos creado una expectativa basada en si alguien está conectado o no y ¿Por qué no nos responde al momento?, nos gusta inferir cosas, nos gusta completar pensamientos que no han sido dichos y nos encanta sacar conclusiones inexistentes y todo sobre ¿Unas letras en una pantalla? ¿Un emoji de un changuito? ¿Una oración que malinterpretamos? A lo mejor lo que en verdad está pasando es que no estamos enamorados de las personas, estamos enamorándonos de nuestros teléfonos.


Aunque según los expertos estoy dentro de la “Generación Milenial” yo soy de ese grupo de milenials que nacimos en los 80’s, digamos que ya cuando voy a antros, quizás algunos utilicen el término “chavo ruco”, estoy en la generación que le toco todo el cambio de usar el teléfono aun para hacer planes, aprenderse los teléfonos de sus amigos y novias para organizar un plan. Soy de la generación que aun usaba casettes y nos poníamos a grabar nuestras canciones favoritas directamente de la radio. Todo esto suena tan viejo, pero no, esto solo fue hace 20 años cuando mucho.


Aún recuerdo cuando tuve mi primer celular, ni siquiera tenía pantalla, estamos hablando de un Motorola Startac (si no lo conocen lo pueden googlear) eran solo números rojos en una pantalla de LED’s. Después vinieron los Nokias y los Sony Ericsson a ponerse de moda y ahí es cuando empezamos a mensajear, por SMS, la gente no usaba mucho esto, solo para emergencias en donde no podías hablar, (algunos no van a saber lo complicado que era llegar a la letra “S” picándole 4 veces al digito 7), pero en esos tiempos y estamos hablando del 2000 aún era más fácil tener una conversación de frente con alguien o marcar a su casa, que contactar a alguien por celular o mensaje de texto. Unos cuantos años antes del 2000 empezamos a conectarnos vía ICQ, Mirc y después llego el rey de la mensajería por internet MSN Messenger. De esto en adelante es historia, la gente cambio su teléfono de casa por celulares, ahora nadie se sabe el número de alguien, es más la mayoría ni su propio número se saben ya, este fue el momento en que dejamos de tener tanta interacción en persona.


Suficiente de historia antigua de mensajería que me siento viejo y no fue hace muchos años. Aún recuerdo cuando tenía 14 años y empezaba a ir a mis primeras fiestas y eventos sociales. La gente en verdad platicaba, no veías a nadie con su celular tomando Snapchat de la fiesta para que todos vean como estaba el ambiente, la gente no compartía al siguiente día las fotos (también influye que nuestros celulares no tenían cámaras y si querías tomar fotos ibas con tu cámara aparte para tomar fotos, las tenías que llegar a cargar a tu laptop y enviarlas por mail, si suena como una pesadilla) antes no conocíamos gente por Tinder, nos gustaba alguien, ibas con la persona y preguntabas su nombre esperando que no te rechacen, antes no podíamos buscar su nombre en internet y ver si estaba en una relación o no, las cosas eran más difíciles digámoslo así. No pretendo que quiten toda esta tecnología, en verdad amo todos los avances tecnológicos que tenemos cada día y me encanta poder estar siempre cerca de alguien. Simplemente antes existían otros detalles que teníamos que ahora sinceramente se han perdido, las relaciones eran muy diferentes hace solo 10 años.


Después de estos antecedentes vamos a regresar a este año, solo por si no se habían dado cuenta ahorita los que nacieron en el 2002 están empezando a salir a fiestas y comenzar a aprender como seducir a alguien. En estas épocas nos hemos hecho muy impacientes, queremos todo en este mismo momento, queremos gratificación instantánea, decimos que queremos estar conectados 24/7 cuando en verdad queremos dejar el teléfono por al menos 1 semana. Todos estamos desesperados por sentir amor, pero estamos al mismo tiempo petrificados ante la idea de tener que estar con personas reales, queremos todo fácil, rápido y en este momento. A eso es a lo que nos hemos acostumbrado, la tecnología se ha acostumbrado a esto, lo que nos ha hecho ser más cautelosos en lo que hacemos.


Cuando estamos 24/7 conectados no tenemos tiempo de descansar mentalmente, estamos agotados mentalmente, aunque no lo queramos ver. Si le mandas un mensaje a alguien a las 6 PM y no te responde para las 6:30 PM ya estas ideando cosas en tu cabeza, estamos creándonos una ansiedad totalmente innecesaria. Estamos haciendo más difícil que las personas vean quienes somos en realidad. Todos nos hemos escondido detrás de la persona que hemos creado para mensajear, esa persona que tiene total control de lo que está escribiendo, puedes ser quien tú quieras en este mundo. Esto solo hace que la fase del “Mejor Comportamiento” entre las personas que se están conociendo dure por mucho más tiempo y no damos espacio para que salga nuestra verdadera persona, estamos dejando de ser auténticos y solo me hace pensar ¿Acaso estamos tan mal de autoestima para no querer demostrar quienes somos en verdad?


Ahora cualquier tontada es suficiente razón para dejar de salir con alguien, cosas tan estúpidas como “Es que mensajea mucho”, “Es que casi nunca me manda mensajes”, “Es que me dejo en seen”, “Es que me responde muy rápido” “Es que se tarda mucho en contestar” “Es que esta online y no me responde”, “Es que no me mando mensaje de buenos días” no puedo creer que hayamos llegado a este punto. Lo que es peor, ahora somos tan capaces y se ha hecho bastante normal solo enviar un mensaje de despedida “Oye, ¿Sabes qué? creo que esto no está funcionando ¿Y si mejor ya no seguimos en esto?” en verdad, ¿Ya ni siquiera para dar la cara somos? Y claro que todo va entre signos de interrogación porque ya no estamos seguros de nada.


¿En qué momento pasamos a hacer un método de comunicación secundario, en nuestro método primario de comunicación? ¿Por qué decidimos usar un método que nos priva de ver el lenguaje no verbal de la otra persona? En realidad, estamos dejando ir el tono, las reacciones, los gestos, el movimiento del cuerpo y muchas cosas que nos dan mucha más información que solo las palabras, para mandar todo eso al carajo y conformarnos con unos pixeles en una pantalla, chance y si tenemos suerte un emoji con una carita que indica que te está seduciendo.


No estamos teniendo relaciones sanas últimamente, estamos “stalkeando” si le dio like a la foto de otra mujer u otro hombre, revisando si no sale en alguna foto cuando te dijo que se sentía enfermo o que tenía mucho trabajo, viendo constantemente si ya abrió nuestro mensaje y esperando una respuesta lo antes posible. Estamos analizando muchas cosas que antes no teníamos ni siquiera la preocupación de hacer. Ahora cualquier cosa que escribes puede ser tomada de la manera incorrecta y agarrar un significado totalmente nuevo de acuerdo al estado de animo de la otra persona y el tono en el que esa persona sintió que tu querías decirlo.


Ahora salimos con personas que se la pasan pegadas a una pantalla, personas que parece que su celular es mucho más importante que lo que está pasando frente a ellas. Estamos con personas que por su afán de documentar todo, están olvidando lo que es tener contacto con otra persona. Veo a personas todo el tiempo en restaurantes, fiestas, bares, antros, en sus carros, en todas partes, prestándole más atención a ese pequeño aparato. Gente que vive preocupada por que la batería no se vaya a acabar, mientras que no se preocupan por el tiempo que se les está agotando de su vida real, las relaciones que están en rojo por no prestarles atención, el tiempo de calidad con su familia por estar platicando con otras personas que ni siquiera están ahí. Las personas ya no saben cómo vivir sin su celular, no saben cómo tener conversaciones por horas con alguien, la gente ya no sabe de qué hablar cuando esta frente a frente. Eso es lo preocupante de este mundo, las personas estamos dejando de ser empáticas.


Veo a todos defendiendo causas por redes sociales y no veo a nadie defendiendo causas en el mundo real. Veo a gente que se preocupa por lo que le está pasando a su amigo, pero no veo que se tomen la molestia de ir a su casa a platicar de frente. Veo parejas que se enamoran todos los días por mensajes, pero no se dan amor cuando están juntos. Veo gente en las calles caminando buscando el mejor fondo de pantalla para su celular, pero no ven el fondo que esta frente a ellos. Todos por igual pecamos de esto, a todos se nos ha olvidado como es la vida sin celular, como es la vida sin estar conectados 24/7.


¿Qué quiero decir con todo esto? Es tiempo de ir más despacio. Hoy es un buen día para volver a esas citas sin celular, estar conscientes que estar todo el día mensajeando no nos va a llevar a nada en concreto. Las citas se han convertido en algo así como comida rápida; en el momento, sin pensar y totalmente desechables. Odio ver como todos mostramos nuestros sentimientos con emojis en lugar de mostrarlos con emociones. Odio que cualquier persona pueda prometer el mundo por un mensaje y nunca cumplirlo. Odio cuando las personas tienen que fingir ser alguien, para que la otra persona nunca se dé cuenta de cómo es en la vida real. Odio ver como todos queremos tomar los atajos, aunque al final del día estos atajos nos vayan a hacer más daño.


Estoy seguro que es buen momento de volver a recordar lo complicado y confuso que puede ser empezar a salir con alguien, es momento de recordar lo bien que se siente estar en compañía real con alguien teniendo conversaciones cara a cara, es momento de dejar que la vida no pase frente a nuestra pantalla y más bien pase frente a nuestros ojos. Tenemos que darnos cuenta que nos estamos sobrecargando de información que solo nos está haciendo infelices.


Cuando digo que es hora de regresar a los tiempos de las citas libres de celulares, me refiero a que es momento de volver a conocer a las personas que te rodean y de igual manera dejarlas que te conozcan, olvidarnos de nuestra presencia en línea. Tenemos que regresar a solo hacer recuerdos en nuestra memoria para nosotros sin tener que compartirlos con todo el mundo. Es tiempo de valorar lo que te rodea y valorar el tiempo de los demás. Es tiempo de traer un balance a tu vida real y tu vida online.


Ya tenemos que encontrar ese balance en todos los aspectos de nuestra vida, regresar a las citas libres de celular, amistades libres de celular, familias libres de celular, noviazgos libres de celular y matrimonios libres de celular. Es hora de expresar lo que sentimos cara a cara, contemplar el sonido de la voz de alguien más y no solo por “mensaje de voz”. Es un buen día para dejar esa platica seria que estas teniendo por el celular para tenerla en algún lugar donde puedas decir las cosas viendo directamente a los ojos de la otra persona y saber perfectamente como esas palabras están haciendo eco en su forma de pensar.


No importa si llevas un día, tres semanas, dos meses, cuatro años o dos hijos en una relación, no importa si llevas soltero unos días o desde que Ernesto Zedillo fue presidente. Es momento de recordar que los tiempos van a cambiar, pero algunas cosas deben de ser más que aquel viejo dicho “En mis tiempos las cosas eran así” Es momento de recordar que la verdadera comunicación viene del corazón, no de unas cuantas palabras que hasta tu autocorrector te ayuda a escribir bien y darles sentido. Dudo mucho que exista alguien en el mundo que diga “Te lo juro, en el momento que me mando 5 emojis de changuitos tapándose la boca y una carita con ojos de corazón, sabía que era mi pareja indicada” No, en realidad esto no pasa y espero que no pase nunca.


Lo único que te pido es que vivas la vida real, si vas a estar en el celular en una cita, mejor hazle el favor a la otra persona y di que no quieres salir. Es mucho menos grosero, creeme.

Comentários


Entradas destacadas
Entradas recientes
Buscar por tags
Síguenos
  • Black Instagram Icon
  • Facebook Basic Square

Siguenos en:

  • Black Facebook Icon
  • Black Instagram Icon
bottom of page